El camino más corto no es siempre el camino recto, sino quel en que sopla el viento favorablemente a nuestra vela: esto es lo que enseñan las reglas de la navegación. No obedecer es ser obstinado: la firmeza de carácter es turbada en este caso por la tontería.
Todos los movimientos intelectuales alcanzan éxito cuando prometen a los ricos el pillaje y a los pobres la perspectiva del ahorro. Por esto esto hizo sus progresos, por ejemplo, la reforma alemana.
La voluntad de vencer y dominar es un rasgo invencible de la naturaleza, más antiguo y más original que el goce de la igualdad, por lo cual el Estado griego instituyó las luchas gimnásticas y musicales entre iguales, estableciendo así un estadio en el que se pudieran desahogar este instinto, sin hacer peligrar el orden político. Cuando los concursos de música y de gimnástica degeneraron definitivamente, el Estado griego fue asaltado por luchas intestinas, y se desmembró.
El amor casi religioso a la persona del rey fue transformado por los griegos, cuando terminó la realeza, en el amor a la polis. Una idea es más susceptible de ser amada que una persona, y sobre todo, crea menos decepciones al que ama (pues cuanto más amados se ven los hombres, menos consideraciones tienen, generalmente, hasta que concluyen por no ser dignos del amor y se produce un rompimiento). Por esto, la veneración por la polis del Estado fue más grande de lo que jamás fue realmente la veneración por los príncipes. Los griegos son las fuentes del Estado, los locos del Estado, de la historia antigua; en la moderna lo son otros pueblos.
El ejercicio del poder acarrea muchos disgustos y exige mucho valor. Por eso hay tantas personas que renuncian hacer valer su derecho, porque este es una especie de poder y son demasiado perezosas y demasiado cobardes al ejercitarlo. Y a las virtudes que ocultan esos defectos se les llama mansedumbre, tolerancia y paciencia.
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